Ottawa, Canadá - En un cambio jurisprudencial fundamental, el 21 de enero la Corte
Suprema de Canadá determinó que los grandes proyectos mineros están obligados a
tener una evaluación de impacto ambiental comprehensiva, sin fragmentar el proyecto,
y que garantice la participación pública. La sentencia concluye que las autoridades
canadienses, al realizar la evaluación ambiental del proyecto minero Red Chris (un
inmenso proyecto minero de oro y cobre a cielo abierto), lo fragmentaron ilegalmente
impidiendo así conocer el verdadero impacto ambiental de la obra.
“Celebramos enormemente esta decisión de la Corte Suprema de Canadá, que debería ser
replicada por los gobiernos y las empresas mineras, especialmente las canadienses,
con grandes intereses en la región”, dijo Jacob Kopas, abogado de la Asociación
Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). AIDA, CELA y varias
organizaciones presentaron un escrito ante la Corte, apoyando la demanda presentada
por Ecojustice y otros grupos ambientalistas, resaltando entre otros, que la
autorización de este proyecto también desconoce el derecho internacional ambiental.
El proyecto “Red Chris” procesaría 30,000 toneladas métricas de mineral al día y
arrojaría los desechos tóxicos en un área remota y prístina de la provincia de
Columbia Británica, Canadá, habitada por grandes mamíferos y que es un importante
sitio para la reproducción de salmón. Ante los posibles riesgos irreparables que
esta mina a cielo abierto implica para esta área y sus pobladores, una evaluación
comprehensiva es sin duda, un requisito esencial antes de autorizarlo.
El máximo tribunal canadiense concluyó que el gobierno federal violó las normas
aplicables al autorizar este proyecto de manera fragmentada, y también al impedir la
participación pública activa de las comunidades y los grupos locales en la
evaluación de impactos ambientales para grandes proyectos, como la minería. Estos
dos elementos son esenciales dado que proyectos como la mina Red Chris no sólo
interesan a los inversionistas y al gobierno, sino también a todas las comunidades
locales que de múltiples maneras tienen un interés en las áreas a afectarse.
“En el hemisferio hemos sido testigos de innumerables proyectos con inmensos
impactos ambientales y sociales, que desafortunadamente se presentan y evalúan por
partes, las minas a cielo abierto son un ejemplo reiterado, por lo que esta
sentencia es vital para la región”, dijo Astrid Puentes, Co-Directora de AIDA.
“Además, la decisión de la Corte está de acuerdo con normas ambientales
internacionales, contribuye a prevenir daños ambientales irreparables y respeta el
derecho humano a la participación pública, constituyéndose en un gran ejemplo a
seguir”.
Fuente: Aida americas
jueves, 28 de enero de 2010
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